En frente de la Basílica de San Marcos, encontramos al famoso Campanario de San Marcos, que con sus 97 metros de altura se ha vuelto en un icono de Venecia.
En lo más alto del campanario se encuentra una estatua del Arcángel Gabriel, una estatua de 3 metros de altura y con grandes alas que hacen que la figura entera gire cuando los vientos soplan con fuerza. Los venecianos creen que cuando el ángel gira y se encuentra en dirección hacia la basílica, significa que pronto habra aqua alta.
Un 14 de julio del siglo pasado, en 1902, a las 9:47 am, Venecia amaneció sin uno de sus símbolos, sin su campanario. La anterior estructura se colapsó debido a una hendidura en la pared norte de la construcción. Esa misma tarde, las autoridades se reunieron y decidieron que el campanario debería ser reconstruido tal como era y justo en donde estaba, de manera tal que hoy en día podemos ver a la réplica de aquel edificio.
Dentro del campanario se encuentran 5 campanas que son muy famosas, casi tanto como el mismo campanario. Cada campana tiene sunombre y desempeña una función específica. Así, por ejemplo, la Nona sonaba en la novena hora, la Marangona sonaba en la mañana y en la tarde marcando el inicio y el fin de un día de trabajo, la Maleficio sonaba para anunciar a aquellos criminales condenados a muerte y, por último, la Trottiera y la Pregadi que llamaban a los jueces y senadores a tomar sus asientos en el Palacio Ducal.
En nuestros días, el Campanario de San Marcos tiene una función muy distinta a la que tenía en épocas pasadas. Ahora, esta magnífica construcción es usada casi en su totalidad como mirador y atracción para turistas. Desde lo alto se tiene una vista fabulosa de Venecia, de la Plaza de San Marcos, del Gran Canal y de la laguna. Tu puedes disfrutar de esta vista si estás dispuesto a pagar unos cuantos euros y subir bastantes escaleras (o tomar un cómodo elevador que está disponible para aquellos que no puedan o no quieran subir escaleras).