París es una ciudad tan grande y con una variedad de atracciones turísticas tan amplia, que si no llevas un plan de lo que quieres ver en tu visita, puede que te acabe por superar con toda su majestuosidad. Aunque cada tipo de turista tiene sus propios intereses, en este caso queremos hacerte una propuesta de palacios e iglesias que visitar en la capital francesa en un viaje de 3 días.
Día 1
En el primer día de la visita a París nos quedamos con algunos de los monumentos clásicos, típicos de las postales de la capital gala:
Palais Royal: este palacio fue sede de la familia real durante un pequeño período del reinado de Luis XIV. Lamentablemente sólo vas a poder disfrutar este monumento desde el exterior, ya que actualmente se encuentra cerrado al público porque en él funciona la sede del Consejo de Estado. Sin embargo, puedes visitar los jardines que se encuentran a su alrededor y admirar su increíble fachada arquitectónica.
Notre Dame: partiendo desde la ubicación anterior, puedes caminar unos 20 minutos, o tomar el metro en la estación del Palacio Real. Si te bajas en Cité, estarás justo al lado de Notre Dame. La catedral es una de las visitas obligatorias de la ciudad. Sus gárgolas y las vistas desde el mirador que tiene en su interior te harán contemplar un París muy diferente al que sale en las postales. La entrada a la catedral es gratuita, aunque para disfrutarla te aconsejamos que compres un billete que incluya los extras del mirador y un tour por la zona.
Sainte-Chapelle: si cruzas a la isla que se encuentra justo enfrente de la estación del Metro que has tomado para llegar a Notre Dame, llegarás al que es nuestro siguiente destino. Es una joya del gótico radiante, mandada a edificar por San Luis de Francia en pleno centro de París, en la Île de la Cité. Sus maravillosas vidrieras evocan la luz de la Jerusalén Celeste. Esta capilla también fue declarada Patrimonio Universal de la Unesco.
Panthéon: a sólo 10 minutos, bajando por la Rue Valette nos encontramos con una muestra de arquitectura del siglo XVIII que fue construida en honor al santo patrón de París. Aunque no tuvo demasiado éxito en su inauguración, hoy es una de las iglesias más visitadas de la capital. Cuando estés frente a ella te confundirás y probablemente pienses que en vez de estar en París, estás en Grecia. Y ese contraste con la arquitectura francesa es muy interesante.
Día 2
En el segundo día, nos quedamos en el centro, así que podrás hacer compras o combinar las visitas con un paseo por el Sena.
Grand Palais: justo al lado del río Sena y de los Campos Elíseos se encuentra este palacio. Es uno de los de más fácil acceso por estar en pleno centro de la ciudad. Desde allí podrás visitar fácilmente los jardines o la Torre Eiffel. Lo atractivo y novedoso de este palacio es que tiene el tejado de cristal más grande de Europa.
Petit Palais: situado justo frente al anterior, éste es uno de los muchos palacios que se convirtieron en museos. Actualmente dentro del Petit Palais se encuentra el museo de Bellas Artes de la Ciudad de París. En su interior puedes encontrar gran cantidad de exposiciones permanentes que recorren buena parte de las artes mundiales, pero también alberga muestras itinerantes sobre distintos autores.
Palais de l’Élysee: si sigues la ruta desde el monumento anterior, subiendo por Wiston Churchill y en apenas unos 7 minutos, llegarás a este palacio que está situado a unos 400 metros de los Campos Elíseos. Oficialmente es la residencia del presidente de la Nación, y precisamente por ese motivo permanece cerrado al público. Sin embargo, verlo por fuera puede darte una idea, por el ajetreo que se vive en su exterior, de cómo puede ser la vida política francesa.
Día 3
El último día, nos vamos a ir fuera de la ciudad, para luego volver a ella y quedarnos con una de sus mejores vistas.
Palacio de Versalles: hay que alejarse unos 15 kilómetros al sudoeste de París para poder conocer esta ciudad. Te sorprenderán los jardines de este palacio que perteneció a la realeza francesa hasta la época de Luis XVI y su impresionante arquitectura. Siempre es recomendable hacer la visita con un guía que puedes reservar aquí.
Sagrado Corazón: a la vuelta del viaje programado a Versalles, nos quedamos de nuevo en el centro de París para contemplar toda la ciudad desde su mirador. Si vas a tomar el Metro, bájate en Abesses. Aunque sus escaleras te quitarán el hipo, las vistas compensan, porque vas a contemplar los tejados de París como desde ningún otro sitio. La entrada es gratuita, aunque hay tours de pago con los que podrás sacar mucho más partido.
Estos son los templos y palacios más importantes de París para visitar en tres días y puedes decir que recorrerás con nuestra guía todos los imprescindibles de la capital francesa. ¿Conoces ya alguno de ellos?