Comenzando por la historia y el arte, puedes iniciar el tour por la capital de Francia, en el Trocadero, una explanada desde la cual se disfruta de una inmejorable vista panorámica de la famosa Torre Eiffel. Al bajar por las históricas escaleras de este espacio y antes de subir a la Torre Eiffel, te recomendamos probar con los niños los sabrosos algodones de azúcar o “barbe à papa” en uno de los puestos ambulantes que se encuentran al lado del carrousel allí dispuesto.
Con solo cruzar el puente sobre el Sena llegas al pie de la Torre Eiffel, y al comprar las entradas, puedes elegir el nivel de la torre hasta el que deseas subir. Es aconsejable llegar hasta el más alto, ya que desde allí obtienes una panorámica de 360 grados de la ciudad, y podrás identificar los más destacados monumentos. No obstante, dependerá del momento de la visita, pues, en algunas ocasiones, el tercer piso se cierra según el clima o si se están realizando tareas de mantenimiento.
Qué ver en los museos
En el Campo de Marte, jardines que se extienden desde la Torre Eiffel hacia Los Inválidos, hay múltiples puestos de venta de crêpes. Podréis degustarlos en todas sus variedades -Nutella, azúcar, chocolate- antes de entrar en el palacio de Los Inválidos, donde están la tumba de Napoleón Bonaparte y el museo del Ejército. Estos son dos destinos que llaman la atención de los niños de todas la edades, sea por la dimensión del sarcófago del emperador, sea por los cañones, tanques y armaduras exhibidas en el museo.
La jornada puede continuar con una visita al Museo del Louvre accediendo desde la plaza de la Concordia a los jardines de las Tullerías, donde encontraréis numerosos bancos para sentarse y degustar uno de los exquisitos sándwiches o churros del tradicional Paul. Si viajáis en verano, suele haber numerosos grupos de niños jugando al fútbol en el parque. Tus hijos pueden sumarse al equipo e interactuar con sus pares franceses y de todas las nacionalidades.
Para conocer las distintas alas del Louvre es preferible que elijas aquellas que más interés despierten a los niños, ya que un recorrido completo resultará demasiado intenso para ellos. Entre las antigüedades griegas, etruscas y romanas no podéis dejar de ver la Venus de Milo, Ramses II y la Victoria de Samotracia, todas dispuestas en la planta baja. En cuanto a las pinturas, son imprescindibles de visitar la famosa Gioconda, La libertad guiando al pueblo y las Bodas de Caná que están en el primer piso.
Para finalizar el día, los más pequeños seguramente disfrutarán reponiendo fuerzas con uno de lo más exquisitos chocolates bebibles si hace frío, o los sabrosos macarons de todos colores que ofrece Angelina, una fina casa de té ubicada en la galería de arcos de la calle de Rivoli, bordeando el lado norte del museo.
Entretenimiento, ciencia y tecnología
Sin lugar a dudas, el parque Disneyland París, ubicado a 32 km de la ciudad saliendo por la Puerta de Bercy, es uno de los programas preferidos de los más pequeños, donde la familia completa podrá divertirse.
También para los pequeños amantes de la tecnología y la ciencia, la Ciudad de la Luz dispone de dos lugares muy atractivos donde los niños pueden interactuar y aprender con divertidas actividades y exhibiciones. Se trata del parque de la Villette, al noreste de París, y el Centro Pompidou. El primero posee, entre numerosos espacios de recreo, una interesante propuesta en La ciudad de la Música y La Ciudad de la Ciencia y la Industria.
El Centro George Pompidou, por su parte, se encuentra en Le Marais, uno de los barrios más cosmopolitas de París. Alberga una de las más famosas colecciones de arte moderno y contemporáneo del mundo. Sobresale por su colorido y llamativo diseño arquitectónico, que impacta en los niños, especialmente por la fuente Stravinsky al lado del edificio. Al ritmo de sus obras musicales, las esculturas se mueven y lanzan agua deleitando a los turistas que circulan por allí.
Parque para los niños
Si visitas París con tiempo, el Jardin d’acclimatation es ideal para realizar un paseo con los niños y dar una vuelta en Le Petit Train. Disfruta con tus hijos de los espectáculos musicales, talleres, juegos y otras tantas actividades programadas en este parque de ocio ubicado en el bosque de Boulogne, al oeste de la ciudad. También podéis hacer una parada en los diversos restaurantes para almorzar o comer ricas especialidades francesas en familia. Este parque abre todos los días, de abril a septiembre, de 10 a 19 horas. De octubre a marzo el horario es de 10 a 18 horas.