10 cosas que no debes hacer en París

Foto: 10 cosas que no debes hacer en París

Las costumbres y la cultura de un país, así como los hábitos de los habitantes de una ciudad pueden hacer que un turista se encuentre bastante desconcertado cuando lo visita. De hecho, en ocasiones, conviene informarse antes de salir de las propias fronteras sobre lo que se debería evitar hacer en otros lugares, bien porque está mal visto, bien porque no se entiende, o bien porque se puede considerar incluso un delito. En caso de que el destino de tus próximas vacaciones sea París, te vamos a dar algunos consejos para que evites situaciones comprometidas.

Lo que te presentamos a continuación es un listado de cosas que no deberías hacer nunca en París. Algunas de ellas puede que las encuentres obvias y otras te resultarán bastante extrañas. Pero está claro que tu procedencia va a influir en este aspecto, y lo mejor es que te comportes como un turista cauteloso para que no te tomen por loco, o simplemente por alguien que no acaba de adaptarse en su visita a la cultura del lugar.

Transporte público

Aunque si utilizas los servicios exclusivos para turistas, como en el caso de los autobuses o de los tours guiados, no te encontrarás con este problema, sí que podrías hacerlo en el metro o en el bus habitual que comparten locales y visitantes.
Utilizar las sillas plegables cuando el vagón va lleno: aunque te sientas muy cómodo sentado, cuando tomas el transporte público en hora punta, lo habitual es levantarse de esos asientos para que los pasajeros que van de pie puedan ir más cómodos.

Detenerte en la parte izquierda de las escaleras mecánicas: tú tienes todo el tiempo del mundo, pero el que vive en París va siempre con prisa. Si no quieres que te miren mal, o que incluso te reprochen algo, mejor evita a toda costa este hábito.
Llegar muy justo a los trenes: la puntualidad es norma en París. Si no conoces bien la estación, tienes que buscar tu andén y además no estás seguro de cuál es tu asiento, lo recomendable es llegar siempre con al menos 15 minutos de anticipación a la hora de salida.

Ser prudente con tu seguridad personal: trata de no tomar el trasporte público a partir de las 10 de la noche, sobre todo en las grandes estaciones de metro, puesto que evitarás el peligro de encuentros y situaciones no deseadas.

En la calle

No mirar al suelo: aunque París es una ciudad fantástica, la limpieza de sus calles es mejorable. Así que si no quieres llegar al hotel con los zapatos llenos de cualquier cosa que no huela bien, mejor fíjate por donde pisas.

Quedarse mirando a la gente o sonreírle: tu estás viviendo París como turista, pero mucha gente lo hace como su ciudad habitual de residencia. Si quieres que te tomen por loco, entonces continúa con este hábito. Si prefieres pasar desapercibido, mejor evita mirar a los otros directamente y ofrecer sonrisas cordiales que dan lugar a malentendidos.

Caminar muy despacio, en grupo o detenerse de golpe: las calles de París están a rebosar de gente que va y viene. No es una buena idea que pienses que eres el único que transitas por ellas. Así que mejor caminar a un ritmo normal y evitar pararte de golpe lo que puede hacer que otros peatones con prisa acaben chocando contra ti.

Buscar como loco La Bastilla: ese monumento fue destruido por completo durante la Revolución, así que por mucho que te empeñes, lo único que lograrás ver es el sitio en el que estaba, ya que queda una estación de metro con su nombre. La mayoría de los restos del fuerte se utilizaron para la construcción del puente de la Concorde.

Servicios

Dejar propina: en la mayoría de los restaurantes y bares de París, la propina está incluida en el servicio. Aunque muchos están acostumbrados a la generosidad del turista, no todos se lo toman bien. Mejor evítalo.

Ordenar a la carta en los restaurantes: elegir platos sueltos, sobre todo si son especialidades, puede escaparse bastante de tu presupuesto. Es preferible que evites por completo este hábito, a no ser que cuentes con un presupuesto alto. Lo mejor es elegir los menús que te proponen, que suelen ser variados y además incluyen platos típicos y lo que también se conoce como plat du jour.

Por último, cuando vayas a París, evita los estereotipos: sabemos que en las típicas postales se nos enseña a un señor bohemio vestido a rayas con una boina. Pero ni todos los franceses son así, ni verás las calles de París llenas de gente con dicho atuendo. Todo forma un poco parte de ese imaginario que se ha ido repitiendo década a década y que ahora ha permanecido ahí como algo un poco irreal. En todo caso, ni se te ocurra comprarte el gorro ese, ni vestirte a rayas rojas y blancas porque piensas que eso es chic. Todo lo contrario, conseguirás que te miren raro.

Como ves, el listado de las 10 cosas que no debes hacer en París no es difícil de poner en práctica, pero probablemente sin él habrías caído en más de una metedura de pata sin saber si quiera que no era correcta tu actitud en tu visita a la capital francesa. ¿Cuál era lo más probable que te hubiese ocurrido a ti?

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