Ámsterdam, al igual que Venecia, es una de las ciudades que más convive con el agua y es que pareciera que los canales son el alma y el corazón de la ciudad, lo cual no es de extrañarse cuando se considera la historia de Ámsterdam, que se originó con la construcción de una presa, y la actual situación, en la que el 25% de la ciudad está ocupada por canales.
Quizás sean estos caminos de agua los que atraigan a la mayoría de los visitantes de Ámsterdam, pero no muchos de los que visitan la ciudad conocen la historia de los canales.
Pequeña Historia de los Canales de Ámsterdam
En 1250 se construyó una presa en el Río Amstel, misma que dio origen a la ciudad, permitiendo que se pudiera controlar el flujo del agua y poder navegar así en los canales. La presa (conocida como Dam en holandés), fue muy importante y aún sigue ahí, en el centro de Ámsterdam pero ya nadie puede navegar en o hacia ella.
Los primeros canales fueron creados artificialmente para controlar el agua y para defender a la ciudad. Así, conforme la ciudad se extendía en la Edad Medía, los canales “defensivos” se encontraron eventualmente dentro de la misma ciudad y ya no tenían un uso real, aunque pronto fueron aprovechados para transportar mercancias de manera local.
Tiempo después, en la época Dorada Holandesa, en el siglo XVII, el comercio creció como espuma y en un proyecto de expansión, los tres canales principales de Ámsterdam fueron creados y se construyeron viviendas y otros edificios en ellos. Una vez terminado dicho proyecto, después de unos 50 años, Ámsterdam había crecido 3 veces su tamaño original y un sistema eficiente para repartir mercancias había sido creado. Entonces, todos los comerciantes que se ubicaban junto a los nuevos caminos de agua podían recibir mercancias de todo el mundo casi en la puerta de sus casas y el pueblo podía disfrutar de estos bienes ya sea en los comercios establecidos o en los mercados flotantes que fueron creados.
Cuando llegó el siglo XX, las necesidades de Ámsterdam cambiaron y ahora se necesitaba espacio para automóviles y por eso, muchos canales fueron rellenados para crear calles. Como era de esperarse, hubieron muchas protestas y se evitaron algunos cambios en la configuración de la ciudad, aunque vaya que si hubieron reformas y lo que vemos hoy es muy distinto a lo que podríamos haber visto en siglos anteriores.
Ahora, en nuestros días, los canales de Ámsterdam son usados casi exclusivamente para la recreación y el ocio. Solo DHL, la compañía de mensajería y paquetería alemana, cuenta con un bote que navega en los canales para hacer entregas pero aparentemente en algunos años ya no podrá circular más por las aguas de la ciudad.
Opciones disponibles para disfrutar de los canales de Ámsterdam
Poco más de quince mil botes de recreación están registrados en Ámsterdam, tanto privados como comerciales, lo cual significa que los canales pueden sufrir de tráfico intenso durante la temporada alta, cuando botes crucero y botes privados deholandeses, así como también de alemanes y franceses navegan libremente. Y es que parece que Ámsterdam es un imán para el turismo de los dueños de yates y botes deportivos.
Disfrutar de los canales de Ámsterdam es algo que cualquiera puede hacer pues hay literalmente cientos de opciones para los que quieren navegar, que van desde losservicios de crucero hasta el alquiler de botes privados. Normalmente, no hay problemas para navegar pero asegúrate que no alquilas un bote en fechas como el Desfile Gay o el Día de la Reina que es cuando aparecen serios embotellamientos en los caminos de agua.
A continuación te comentamos algunas de las opciones que tienes para disfrutar de los canales de Ámsterdam:
1. Cruceros en los canales de Ámsterdam
La opción más popular y la atracción más importante de Ámsterdam y quizás de toda Holanda . Varias compañías ofrecen servicios de crucero en los canales de la ciudad y en conjunto todas ellas cuentan con más de 200 botes, mismos que transportan a más de tres millones de pasajeros cada año.
Son muy diversos los tipos de paseos que se ofrecen con los cruceros. Hay desde los típicos servicios de “autobús acuático”, como elBatobús en París hasta paseos especializados con temas específicos como aquellos que se enfocan en visitar losmuseos de Ámsterdam, los que son en realidad “fiestas flotantes” o los que ofrecen cenas y almuerzos.
En este campo son dos compañías las que destacan por su presencia y sus servicios. La primera de ellas es la “Canal Company” que parece ser omnipresente en los canales y la segunda es la compañía “Lovers”. Tenemos un artículo dedicado a los cruceros en los canales de Ámsterdam y ahí encontrarás toda la información detallada al respecto.
2. Alquiler de Botes Privados
Existen compañías que pueden alquilarte botes de distintos tipos para que tu explores Ámsterdam a tu ritmo. Una de las opciones es la que ofrece la “Canal Company” donde con su servicio “Canal Bike” puedes alquilar un bote con pedales y hacer tu camino entre los canales de Ámsterdam o incluso participar en un “Rally” de descubrimiento con un acertijo que deberás resolver siguiendo las pistas.
El alquiler de los botes con pedales de “Canal Company” cuesta 8€ por persona/hora cuando sólo son 1 o 2 pasajeros y 7€ por persona/hora cuando se trata de 4 pasajeros. El bote es de uso libre y puedes llevarlo a donde quieras pero debes dejar un depósito de 50€ antes de navegar. Antes de partir, te entregarán un panfleto con algunas rutas sugeridas y también te pueden proporcionar un techo en caso de que esté lloviendo.
Los botes “Canal Bike” pueden ser alquilados de 10:00 am a 6:00 pm (hasta las 10:00 pm en verano) en cualquiera de los muelles dedicados que se encuentran en: el Rijksmuseum, Leidseplein, la Casa de Ana Frank y la esquina de Keizersgracht y Leidsestraat.
Existen muchas otras compañías que ofrecen este tipo de servicios y resultaría imposible listarlas todas aquí, no obstante, es fácil reservar este tipo de paseos directamente con tu hotel pidiendo información en un centro de información turística. Los precios varían ampliamente pues hay botes de 2 personas hasta 170 pasajeros que permiten hacer fiestas a bordo. En promedio, un bote para 5 pasajeros cuesta unos 50€ por hora aunque normalmente los precios son menores para la segunda, tercer y demás horas extras. Un bote para unas 50 personas cuesta unos 240€ por hora (por lo general mínimo 2 horas) más impuestos.
3. Casas flotantes en Ámsterdam
Hace algunos siglos, el vivir en una casa flotante en Ámsterdam era considerado como una muestra de pobreza pero cuando los canales dejaron de ser utilizados para transportar mercancía los edificios que algún día fueron gigantescos almacenes de mercancía fueron remodelados para convertirse en lujosos edificios residenciales con pisos muy lujosos y de igual forma, muchos botes que eran utilizados para actividades comerciales comenzaron una nueva vida como casa flotantes que proporcionaban mucha comodidad y buen espacio a sus ocupantes.
La primera casa flotante fue construida en 1840 y prácticamente todas estas casas son bastante antiguas. Pues bien, estas casas resultan una buena forma de experimentar y disfrutar de los canales de Ámsterdam. La mayoría de las casas flotantes son residencias privadas pero existen algunas que funcionan como pequeños hoteles. Hospedarse en una de estas casas es una bonita experiencia y ampliamente recomendada para aquellos que viajan en pareja. Son muy pocas las casas flotantes que legalmente pueden servir como hotel y generalmente hay una gran demanda por estos servicios.
Si tu no puedes hospedarte en una casa flotante, debes saber que existe en Ámsterdam un museo dedicado a las casas flotantes. Puedes ver más información al respecto en nuestro artículo.
4. Tomar un café junto a los canales de Ámsterdam
Otra alternativa es tomar un café en una cafetería que tenga terraza junto a los canales de Ámsterdam. Actualmente existen regulaciones del ayuntamiento de Ámsterdam que limitan el número de cafés que pueden tener terraza junto a los canales y por lo mismo, los pocos negocios que cuentan con las terrazas son extremadamente populares.
Pocas cosas pueden superar la sensación de tomar un café mientras se observa la actividad en los ajetreados canales de la ciudad. El observar a la gente, a los turistas siempre es interesante pero lo divertido es ver las cosas bizarras que ocurren en los caminos de agua, que son mucho más frecuentes de lo que se pensaría.